¿Por qué ahora amenaza Estados Unidos con invadir Venezuela y declararle la guerra a Irán? Lo primero que debemos hacer es comprender lo que está sucediendo actualmente en el mundo. En términos básicos, el contexto actual empieza a partir de la realidad de que la guerra es una inevitabilidad política bajo el capitalismo. No es como si Estados Unidos tuviera un plan para ir a la guerra, sino que tiene un plan que la incluye.
Y es que no lo pueden evitar. La guerra es tan enmarañada como instrumento de su política que, si esta se plantea, los conflictos se transforman en el medio inevitable para desarrollarla e implementarla.
En este sentido, las políticas militares de Estados Unidos están diseñadas para crear inestabilidad regional y conflictos en todo el mundo, como respuesta a la creciente influencia económica de sus adversarios. La crisis en Venezuela y el papel de Estados Unidos en esta señalan que habrá una futura agresión militar en otros países que no se sometan a las exigencias de Estados Unidos. Estas condiciones sientan las bases para el contexto de las guerras en el mundo. La intervención militar contra Venezuela sumiría a América Latina en una guerra regional. Después podría ser el turno de Irán, como medio para situar a Estados Unidos en una posición propicia para atacar a China, lo cual, en cambio, podría dar origen a una guerra a escala mundial.
De no evitarse, es muy probable que la estrategia global de Estados Unidos cause estragos en los pueblos del mundo.
En todo el planeta, la profundización de la polarización económica y política define los tiempos actuales. A medida que Estados Unidos va perdiendo el predominio económico en el mundo, este país va aumentado sus fundamentos bélicos.
Estados Unidos debe eliminar toda oposición política a su estrategia. Este país ha trabajado conjuntamente con corporaciones, la policía y el ejército, y en algunos casos hasta con los carteles transnacionales de las drogas para trastornar, atacar y derrocar a gobiernos socialistas latinoamericanos y sustituirlos con gobiernos fascistas y de derecha. Estos pasos no pueden separarse del esfuerzo coordinado a nivel mundial dirigido a construir un frente/ una red de partidos fascistas y de derecha en Europa tanto Oriental como Occidental, a lo cual podemos agregar los regímenes no democráticos que existen en el Medio Oriente, así como en partes de África y Asia. Para proteger los intereses de su propiedad privada, una creciente clase gobernante global está creando un orden fascista a nivel mundial y está conceptualizando lo que es una cosmovisión fascista.
Al mismo tiempo, en una lucha desesperada por obtener más mercados, más ganancias, más de todo, paso a paso —primero, con base en un sistema económico interconectado y facilitado por las comunicaciones digitales— la clase gobernante está estableciendo nexos en todo el mundo, moldeando una cultura mundial y sentando las bases para una revolución también mundial. Esto se está haciendo a través de los niveles más altamente desarrollados en toda la historia humana de los medios de producción. Las necesidades de las masas en todo el mundo solo pueden materializarse a través de la construcción revolucionaria de una sociedad cooperativa y pacífica, basada en la propiedad pública y en los medios socialmente necesarios de producción, así como en la distribución del producto social según las necesidades existentes.
La paz es un asunto de vida o muerte para las masas. Ahora se trata de la sobrevivencia de la propia humanidad. La imposición de la paz en aquellos que propician la guerra es un acto profundamente revolucionario. Ello supone la creación de una sociedad en la que puedan superarse la explotación y la desigualdad, y se logre el fin permanente de la guerra. AC