Esta unidad de los Afroamericanos y los latinos no es la misma que se propone con el lema del Partido Comunista mediante la cual hace un llamado a los “Afroamericanos y morenos [es decir latinos] a unirse y luchar”. Esta consigna fue ideológica y se basó en el color y la etnicidad, no en la clase. Asimismo, se basó únicamente en la opresión social compartida y no en la explotación en común como mano de obra. Todos van a lanzarse sobre los Afroamericanos y los latinos con base en sus etnicidad y sus intereses especiales. Los revolucionarios deben hacer propaganda con base en la clase.
Esta unidad es importante y ventajosa para el proceso revolucionario porque si los revolucionarios hacen propaganda sobre estos dos grupos con base en la clase, esto fortalecerá la lucha de la clase obrera por el cambio. Los revolucionarios inician con esta unidad y hacen propaganda sobre los intereses de clase. Se debe considerar esta unidad en el contexto del rumbo de la marcha del proceso revolucionario.
Las Elecciones del 2012
El 6 de noviembre, la participación de los Afroamericanos y los latinos alcanzaron cifras récord y, por un amplio margen, votaron por el Presidente Obama. Estos grupos inclinaron la balanza en al menos tres estados importantes para el resultado de las elecciones y afianzaron su posición como fuerza organizada en la política estadounidense, con el poder de impulsar y de influenciar los resultados de las elecciones nacionales. Obama obtuvo el 71-75 por ciento de sus votos. La sólida participación electoral de los latinos los situó en el 10 por ciento del electorado estadounidense. Asimismo, el 93 por ciento de los Afroamericanos —es decir, nueve de cada diez— votó por Obama y representan el 13 por ciento del electorado. Definitivamente, el voto latino y Afroamericano le dio la victoria a Obama.
Con esto no se está afirmando que los latinos y los Afroamericanos están conformes con la administración de Obama. El desempleo está plagando a la comunidad Afroamericana. La cifra oficial del desempleo se sitúa en un 15 por ciento y en un 25 por ciento entre los jóvenes afroamericanos en el ámbito nacional. Este porcentaje es aún más alto en algunas ciudades. Por su parte, muchos latinos se mostraron molestos porque Obama no logró una reforma migratoria durante su primera administración, tal como lo había prometido. Pero al final, muchos latinos le temieron más a las políticas de Mitt Romney en materia migratoria, sobre todo lo referente a la “autodeportación”. Por supuesto, la política de acción diferida que emitió Obama el 15 de junio del año pasado, le ayudó a obtener el voto latino.
Es importante señalar que los latinos no son un grupo homogéneo, pues están divididos por intereses económicos y estratificados por su nacionalidad; es decir, puertorriqueños, mexicanos, chilenos, cubanos y así sucesivamente. Aún así, los latinos no son diferentes a otros obreros y el tema principal para ellos es la economía o los puestos de empleo. El segundo tema de importancia es la reforma migratoria. En diversas encuestas a la salida de las urnas electorales, conducidas por ImpreMedia y Latino Decisions, la inmigración representó un factor fundamental en el proceso de toma de decisiones. La mayoría de los encuestados afirmó que conocía a alguien que era indocumentado.
Las elecciones del 2012 revelaron un serio problema para los republicanos. John Steinman, estratega republicano de Iowa, explicó lo siguiente: “Es claro que cuando observas a los votantes afroamericanos y latinos, de forma abrumadora se decidieron por el Presidente. Y ciertamente esto es una brecha que requerirá mucha atención por parte de los republicanos”. Además, las mujeres que votaron favorecieron a Obama en un 55 por ciento; tres de cada cinco votantes entre 18 y 29 años de edad votaron por él. También, Obama obtuvo aproximadamente el 70 por ciento del voto asiático.
Estrategia y Tácticas
Ambas partes, los capitalistas y los obreros, deben tomar en cuenta una serie de consideraciones estratégicas y tácticas, al igual que dentro de cada una de esas partes; es decir, entre los capitalistas y entre los obreros. Lo que se debe preguntar es: “Si muevo esta pieza en el tablero, ¿cuáles serán las consecuencias y que estoy dispuesto(a) a perder?” Los revolucionarios deben determinar lo que está sucediendo en el mundo real en cualquier momento determinado, en cualquier situación determinada, que pueda ofrecer una apertura para desarrollar la conciencia de la clase.
Los dos partidos principales atraen e intentan controlar a diferentes segmentos de los obreros, pero su propósito principal es el mismo —canalizar los agravios y la lealtad política presente detrás del programa de la clase capitalista. Pero sus tácticas difieren. La táctica del Partido Demócrata será preservar y ampliar la unidad de los latinos y los Afroamericanos. Por su parte, la táctica del Partido Republicano será romper esa unidad al dirigirse hacia un sector del voto latino. Los republicanos saben que no tienen ninguna posibilidad con los Afroamericanos, así que ni siquiera lo intentarán. Ambos partidos basarán sus esfuerzos en los aspectos étnicos y los intereses especiales.
Los puestos de empleo y la reforma migratoria son los dos temas principales que se utilizarán para romper las relaciones entre los latinos y los Afroamericanos. Los obreros no pueden vivir sin trabajo y los capitalistas no pueden ofrecer puestos de empleo en el marco de una economía que se basa en la producción electrónica. El propósito de los obreros es lograr una buena vida con suficientes alimentos, vivienda, atención de salud y educación para poder vivirla. Los puestos de empleo son los medios para materializar ese propósito.
La táctica de los revolucionarios deberá ser ampliar y solidificar la unidad objetiva de los Afroamericanos y los latinos, pero con base en la clase. Los revolucionarios deben prever y de derrotar la táctica del Partido Republicano de dividir a los latinos y los Afroamericanos con base en sus “propias agendas específicas”. Hay suficientes corruptores que se dirigen hacia ambos bandos — latinos y Afroamericanos — y que intentarán romper esta unidad.
Por ejemplo, la inmigración es un tema fundamental para los latinos. Los demócratas ya están ofreciendo una reforma migratoria que dará origen a que millones de personas indocumentadas obtengan su ciudadanía, mientras que los republicanos también están proponiendo cierto tipo de reforma migratoria. Pero para no resultar apartados de sus bases electorales, los republicanos están hablando acerca de una reforma migratoria por partes, la cual sólo conducirá a la legalización, no a la obtención de la ciudadanía. La legalización y la ciudadanía son dos cosas diferentes. La legalización puede representar un permiso de trabajo con programas tipo braceros, al igual que un estatus de residencia legal, pero no es ciudadanía. Los republicanos también están proponiendo a políticos que esperan que atraigan a los latinos con base en la etnicidad. Por ejemplo, Marco Rubio está desempeñando un papel decisivo en las propuestas republicanas para una reforma migratoria y hay conversaciones sobre el hecho de que él podría ser el candidato presidencial por el Partido Republicano para las elecciones del 2016.
Los puestos de empleo y la reforma migratoria son temas que están estrechamente relacionados entre sí. Son los puestos de empleo los que dan origen a la inmigración. La clase capitalista, en especial el Partido Republicano, sacará provecho de la competencia por lograr un trabajo, para atacar cualquier esfuerzo para otorgar la ciudadanía a los inmigrantes indocumentados y hará propaganda para que los obreros Afroamericanos se pongan en contra de los latinos.
¿De qué manera lograremos conseguir que los distintos sectores de la clase obrera dejen de luchar solo por sus intereses particulares y que comienzen a actuar como clase obrera integral con intereses en común y con el mismo porvenir?
Debemos lograr que la clase gobernante deje de preparar el terreno político. Cuando la máquina propagandística de la clase gobernante habla acerca de la etnicidad y los grupos especiales, los encargados de la propaganda revolucionaria deben hablar sobre la clase pero sin ignorar la opresión histórica de estos dos grupos. Es aquí donde yace el arte de la política. Si los revolucionarios no hacen esto, ambos grupos terminarán por luchar contra sí por las migajas que da la clase capitalista. Los revolucionarios libran una lucha por los derechos humanos y la igualdad de todos.
Los revolucionarios deben hacer propaganda para lograr una nueva sociedad, una sociedad cooperativa. Debemos plantear el tema de una nueva sociedad en la que trabajar no signifique tener que romperse la espalda o aceptar los empleos peligrosos del pasado; una sociedad en la que todos puedan tener lo que necesitan, lo cual conduciría a una vida decente y cultural. Debemos hablar sobre la forma en que al obtener el poder político para utilizar el potencial de la nueva tecnología, los obreros podrán materializar el propósito de lograr una vida mejor, tanto para ellos como para sus familias.
Informe del Comité Permanente de la LRNA, diciembre del 2012.
marzo/abril 2013. vol 23. Ed2
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