
Crédito fotográfico: Christine Dannhausen-Brun.
Para controlar a la clase trabajadora, la administración de Trump está literalmente amenazando con acciones tales como invadir Chicago mediante el despliegue de la Guardia Nacional. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) ya se ha apoderado de la Estación Naval de los Grandes Lagos cerca de Chicago y la utiliza como su puesto de mando.
El 12 de setiembre, agentes de ICE parraron al carro de Silverio Villegas González, un inmigrante mexicano que tenía nadamás que dos infracciones de tráfico en su historial. Cuando Silverio intentó escapar en el automóvil, un agente le disparó y lo asesinó. Videos de varias personas presentes contradicen los informes de ICE algando que los agentes estaban en peligro. Esto va mucho más allá de un ataque contra las personas indocumentadas.
Ahora es un crimen estar enfermo, ser pobre o no tener vivienda. Sin importar lo que usted haga, el Estado político encontrará o creará una ley para ponerlo tras las rejas. ¿Por qué? Cuando ya no pueden satisfacer las necesidades del pueblo, abandonan cualquier apariencia de democracia y recurren a la fuerza. Ellos construyen prisiones corporativas en manos privadas y obtienen ganancias al encerrar a los trabajadores en estas cárceles. Y ojalá tengan suerte al buscar empleo cuando salgan del sistema penitenciario.
Tal vez se esté preguntando por qué los trabajadores no se sublevan y le pone fin a esta represión. Con el uso de una de armas favoritas en su antiguo arsenal, los capitalistas hacen que las familias trabajadoras se enfrenten entre sí, para así mantenerse en el poder. En el pasado, los viejos políticos blancos del les decían a los blancos pobres: “Al menos no eres negro”, para convencerlos de que se pusieran del lado de su enemigo de clase, en lugar de aliarse con sus hermanos y hermanas negras de la clase obrera. Esa misma táctica de “dividir y vencer” se utilizó en 2022, cuando el gobernador republicano de Texas, Gregg Abbott, envió a solicitantes de asilo en autobuses a Chicago, una ciudad demócrata situada en el norte del país.
La alcaldesa de Chicago en ese momento, Lori Lightfoot, instruyó que se ubicara a los inmigrantes en zonas desatendidas con una mayoría negra, como el Distrito 20 de la regidora progresista Jeanette Taylor. La medida cínica de Lori Lightfoot creó enfrentamientos entre las personas recién llegadas y los habitantes tradicionales de Chicago, pues ambos grupos necesitaban el mismo apoyo del gobierno. Este es un cuento tan viejo como el tiempo, pero ahora una clase dominante desesperada por aferrarse al poder está apresurando aún más las cosas.
ATACAR A CHICAGO PARA ATACAR A TODOS DEL PAÍS
Mientras tanto, la clase obrera en Chicago está demostrando que no se prestará a su juego. Miles de personas asistieron a las manifestaciones de “No Kings” (No Reyes), el Día del Trabajo, y a muchas otras protestas. El presidente Donald Trump publicó un meme de la película “Apocalipsis ahora” con él disfrazado como el personaje del actor Robert Duvall. Se puede observar en el fondo que Chicago está en llamas, junto con un mensaje que tuiteó Trump: “Me encanta el olor de las deportaciones por la mañana… Chicago está a punto de descubrir por qué se llama el Departamento de GUERRA”.
Con la operación de ICE titulada “Midway Blitz” (Operativo relámpago Midway), ha aumentado enormemente el número de sus agentes y redadas contra familias trabajadoras. Esta agencia hace redadas en las tiendas Home Depot en busca de jornaleros. También hace redadas en las escuelas cuando las familias van a dejar o a traer a sus hijos. Con todo esto, las familias necesitan hacer planes de emergencia en caso de que ICE detenga a uno de sus miembros. De hecho, diversos agentes federales marcharon por el centro de Chicago el 28 de septiembre y, en un caso, secuestraron a una familia que estaba celebrando en el popular Parque Millennium. A la madre y sus dos hijos los enviaron al centro de detención del aeropuerto O’Hare, mientras que al padre lo trasladaron al centro de detención y procesamiento de ICE en los suburbios de Broadview.
El hecho de que Trump se centre en Chicago no es ninguna coincidencia. Durante su primer mandato, el pueblo de esta ciudad expresó reiteradamente su odio hacia sus políticas mediante protestas masivas. En una ocasión, las protestas obligaron a Trump a cancelar su aparición en el Foro de la Universidad de Illinois en Chicago (UIC, por sus siglas en inglés). Desde entonces, él ha demostrado su venganza contra Chicago y sus residentes. Ahora, con el alcalde de Chicago Brandon Johnson, quien llegó al poder en 2023 impulsado por un movimiento popular, Trump está tratando de menoscabarlo, al igual que al gobernador de Illinois, JB Pritzker.
Brandon Johnson también está recibiendo ataques dentro de Chicago. Los medios corporativos de esta ciudad, y por añadidura de Illinois, describen a Chicago como una ciudad donde reina el caos y el crimen descontrolado. Estos medios de comunicación afirman que no se castiga a los criminales y alegan que la causa es la Ley SAFE-T, que aprobó el estado de Illinois tras el asesinato de George Floyd y las rebeliones que surgieron a raíz de este hecho. La ley estableció reformas básicas a la justicia penal, como la eliminación de fianzas en efectivo. Este tipo de fianza es un obstáculo para obtener justicia, por lo que se mantiene tras las rejas a los acusados de un delito por el solo hecho de ser pobres. Los críticos de Brandon Johnson y JB Pritzker afirman que esta ley es una de las principales causas del crimen.
El alcalde Johnson respondió a las amenazas de Trump con una orden ejecutiva llamada la “Iniciativa para la Protección de Chicago”, la cual rechaza el despliegue militar federal, mantiene la independencia del Departamento de Policía de Chicago (CPD, por sus siglas en inglés) frente a Trump, requiere que los agentes federales se identifiquen debidamente y amplía la campaña informativa llamada “Conoce tus derechos.” Por su parte, el gobernador Pritzker está reforzando la situación de Illinois como un estado santuario.
En una reciente conferencia de prensa, realizada por la organización Veteranos por la Paz, se hizo un llamado a Pritzker para que ofrezca santuario a los miembros de la Guardia Nacional que se nieguen a ser desplegados en Chicago. La camarilla en poder está asustada y solo puede responder al dejar en claro que nadie puede desafiar la autoridad de Trump, ni la Constitución ni las leyes. La clase dominante tiene miedo del movimiento y los ataques a Pritzker y Johnson también son ataques al movimiento, tanto en Chicago como en el resto de los Estados Unidos.
LA CONCIENCIA ESTÁ AVANZANDO
Una reciente encuesta de Gallup [https://news.gallup.com/poll/694835/image-capitalism-slips.aspx] muestra que el capitalismo ha venido perdiendo apoyo de forma constante. “Desde 2016, más demócratas han expresado opiniones positivas acerca del socialismo que sobre el capitalismo y la brecha continúa ampliándose…” La clase dominante está contra la pared. Este es el momento para que la clase trabajadora se una y oponga resistencia a esta ocupación. Sabemos que no debemos arrodillarnos. Nuestra clase sabe cuándo sublevarse para defender nuestros derechos. Las familias trabajadoras están evocando al mártir de Haymarket, Louis Lingg, y su frase: “Los desprecio. Desprecio su orden, sus leyes, su autoridad impuesta por la fuerza.”
Diariamente, diversos manifestantes confrontan a ICE, mientras los agentes de esta agencia les disparan bolas de pimienta y gases lacrimógenos para dispersarlos. Han arrestado a varios manifestantes, los cuales enfrentan cargos federales. Hay equipos de respuesta rápida que están actuando contra ICE para obstaculizar sus esfuerzos de secuestro. Cada vez más hermanos y hermanas de la clase comienzan a reconocer que no solo estamos en el mismo tren económico, sino que también la clase dominante está atacando lo que queda de nuestra democracia. Estos cambios económicos y políticos están obligando a la clase obrera a tomar algún tipo de acción política. La conciencia sobre las posibilidades está cambiando.
Como residentes de Chicago, merecemos lo que el alcalde Johnson denomina un Chicago asequible y habitable. El alcalde presentó la ordenanza titulada “Bring Chicago Home” (Que Chicago vuelva a casa), un impuesto único a las propiedades al momento de venderlas, a fin de crear una fuente considerable de ingresos, asignada legalmente para ofrecer viviendas permanentes y asequible a las personas indigentes. La iniciativa llamada “Cut the Tape” (Corta la cinta) agilizaría y aceleraría el desarrollo habitacional y comercial: 142 unidades de vivienda desde South Shore hasta el área de Near North Side con la iniciativa “Green Social Housing” (Vivienda social verde). Las familias trabajadoras no quieren vender el alma al mejor postor ni permitir que unos cuantos poderosos nos arrebaten el país. Los habitantes de Chicago merecen una ciudad asequible donde se pueda vivir dignamente. Cuando nos unimos, logramos el tipo de sociedad que necesitamos y la sociedad que merecemos.
Publicado el 8 de octubre, 2025
Este artículo se publicó originalmente en ¡Agrupémonos!
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