
Steve Sánchez, Shutterstock.
El sistema de salud de los Estados Unidos, que está impulsado por los seguros privados, es un desastre para la clase trabajadora. En lugar de garantizar una atención de salud para todos, este sistema está diseñado para generar ganancias para las corporaciones. Las empresas de seguros médicos se embolsan miles de millones de dólares, mientras millones de estadounidenses se quedan sin poderse asegurar o su cobertura no es suficiente. Las deudas médicas o los servicios de atención de la salud que se les deniegan abaten a las familias, o bien, estas se ven obligadas a escoger entre pagar los medicamentos que deben tomar o cubrir sus necesidades básicas. Este es un sistema que trata las vidas humanas como si fueran prescindibles.
Este enfoque de atención de la salud en función de las ganancias refleja un problema más profundo: una sociedad establecida sobre la base de la riqueza en manos privadas. En este sistema, la clase dominante y sus corporaciones no pagarán una atención de salud de calidad para los trabajadores que ya no necesitan. El auge de la automatización y de la inteligencia artificial ha empujado a millones de obreros a vivir en una situación de pobreza. Los trabajadores desplazados, que ya no pueden generar ganancias para la clase dominante, son abandonados a su suerte. Estos trabajadores de medio tiempo, con salarios bajos y desempleados —muchos de los cuales son mujeres, personas de color y jóvenes— son la faz de una creciente clase revolucionaria a la que ya no le queda ninguna otra opción más que luchar.
La atención de la salud no es sólo un asunto personal. El movimiento por una atención de salud universal y de calidad forma parte de una lucha más amplia por un gobierno que prefiera estar más al servicio de las personas que generar ganancias. Un sistema de propiedad pública y cooperativa es la única forma de asegurarse de que la atención de la salud sea un derecho humano. Esto significa desmantelar el dominio absoluto de las aseguradoras privadas y construir una sociedad en la que los recursos existentes se distribuyan con base en las necesidades, no en función de la riqueza.
La lucha por una atención de salud de calidad para todos está cobrando fuerza, impulsada por la organización y el activismo de enfermeras, médicos y pacientes que son testigos directos de los fracasos de un sistema basado en los seguros privados. Los trabajadores en el campo de la salud se encuentran al frente para defender y promover un sistema que dé prioridad a la atención médica, por encima de las ganancias de las corporaciones. Los sindicatos de enfermeras han intentado lograr que se establezcan leyes acerca de la proporción de personal en Illinois, Massachusetts, Minnesota, Nueva York y Washington. Las enfermeras también han dirigido diversas huelgas para exigir proporciones seguras de dotación de personal, salarios equitativos y un trato justo, mientras que los médicos han organizado campañas para denunciar las ineficacias y la crueldad de un sistema que niega su atención a los más vulnerables. El 10 de enero, 5.000 enfermeras, médicos, parteras y otros profesionales de enfermería iniciaron una huelga contra la falta de personal en Providence Health and Services, la mayor cadena de hospitales en el noroeste del Pacífico.
Los pacientes también se están pronunciando y ya se están uniendo a movimientos de base para exigir el fin de las deudas médicas y una legislación para lograr una atención de salud universal, tal como Medicare para todos. Desde foros comunitarios hasta protestas masivas, estos grupos están estableciendo alianzas con sindicatos, organizaciones estudiantiles y otras redes de activistas para luchar por un cambio fundamental en la forma en que se ofrece y se financia la atención de la salud. Sus esfuerzos destacan la creencia compartida que existe de que la atención de la salud es un derecho humano, no una mercancía.
En diciembre anterior, un hombre indignado por el maltrato que la empresa da a los pacientes asesinó al presidente ejecutivo de UnitedHealthcare en una calle de Nueva York por, un hecho que conmocionó al país. Pero el movimiento contra la denegación de atención por parte de esta empresa comenzó antes de este acto y ha continuado, con un grupo de médicos y pacientes frente a la Bolsa de Nueva York el 16 de enero, exigiendo que se ponga fin a las traiciones de UnitedHealthcare a los asegurados con esta empresa.
Este creciente movimiento no solo está intentando arreglar un sistema de salud que no funciona, sino de desmantelar la causa fundamental de la crisis: la propiedad privada de los recursos y la riqueza que sustentan la vida. La atención de la salud, la vivienda, la educación y los alimentos deben ser bienes públicos, en manos del pueblo y bajo su gestión. El fracaso del sistema actual para ofrecer atención médica para todos es uno de los síntomas de una sociedad en la que las corporaciones dictan los términos y las condiciones de la supervivencia, extrayendo ganancias a partir del sufrimiento humano, mientras abandonan a quienes ya no sirven a sus intereses.
El movimiento por una atención de salud universal es un poderoso ejemplo sobre cómo las acciones colectivas pueden desafiar al poder corporativo e inspirar esperanza. Desde las exitosas campañas para eliminar las deudas médicas hasta las presiones a nivel estatal a favor de programas de atención de salud universal, estos guerreros están demostrando lo que es posible lograr cuando el pueblo se une. Ellos están sentando las bases de un sistema en el que la atención de la salud no sea un privilegio para los ricos, sino un derecho garantizado para todos.
Las enfermeras, los médicos y los pacientes están demostrando que la lucha por la atención de la salud no se puede separar de la lucha por lograr una sociedad justa y equitativa. Al mantenernos unidos, podemos exigir el fin de la explotación de las necesidades humanas y construir un futuro en el que todas las personas tengan acceso a los cuidados que se merecen. Esto no solo se trata de un llamado a las reformas, sino que es una exigencia revolucionaria por una sociedad que valore todas las vidas.
Publicado el 20 enero de 2025
Este artículo se originó en Rally!
CORREOS. Box 477113 Chicago, IL 60647 rally@lrna.org
Libre de reproducir a menos que se indique lo contrario.
Incluya este mensaje con cualquier reproducción.