Es así porque los nuevos medios de producción electrónicos están minando la base económica del capitalismo y hacen inevitable su erradicación. Pero los científicos no llegaron a afirmar esa conclusión revolucionaria, sólo advirtieron que el capitalismo se ve perturbado porque “la era de las fuentes de energía barata está llegando a su fin”. Los líderes del capital, como el billonario Jeremy Grantham, también ponen en alerta a los miembros de su clase, diciendo que “enfrentamos una forma de capitalismo que se ha enfocado rígidamente en la maximización del beneficio a corto plazo sin ningún o poco interés en el bien común”. Ambos, él y los científicos de las Naciones Unidas, están insinuando que el sistema puede evitar su fin por medio de desarrollar más fuentes energéticas baratas o demostrando menos codicia..
Al acercarse el 2019, millones de trabajadores en EE.UU. y alrededor del planeta están luchando por sobrevivir a los estragos económicos y sociales de la maximización de las ganancias de la clase dirigente descritos por Grantham. Algunos trabajadores se organizan en contra de los ataques económicos—los recortes salariales y los despidos o la carencia de alimentación, vivienda y agua potable. Otros trabajadores enfrentan asaltos políticos—el abuso policial, el encarcelamiento desenfrenado, la violencia contra las mujeres y la juventud.
Algunas de las protestas más grandes en la historia estadounidense han occurido en los últimos dos años. Esto indica que el conocimiento social (la fase de la concienciación en que se reconoce la urgencia de salir a movilizarse en contra de los problemas) va creciendo rápidamente. Pero las protestas no pueden dar resultados duraderos si la gente sigue encajada en la idea de que se puede arreglar el sistema y volver a los míticos “buenos tiempos”.
Luchando Hacia Un Futuro De Abundancia
Más y más luchadores entienden esto y al discutir y analizar lo que está pasando su reflexión empieza a sobrepasar el conocimiento social y dar pasos hacia la etapa de la conciencia social. Aquí, se sabe que pertenecemos a una clase social y que cada una de nuestras luchas de hecho forma parte de una contienda global contra la misma clase dominante, cuyos intereses son contrarios a los nuestros. Es comprender que sólo podemos ganar si desarrollamos la solidaridad de clase, superando las divisiones de color, género y nacionalidad que han mantenido a la clase trabajadora fragmentada. Significa entender que no podemos confiar en que nuestro enemigo de clase velará por nosotros.
Con la revolución electrónica que engendra la producción robótica y la Inteligencia Artificial (IA), anda en marcha una transformación histórica. Los dirigentes de la clase en poder lo saben y están manipulando para mantener su control sobre la sociedad, aún mientras se derrumban los cimientos del capitalismo. Los revolucionarios tienen que explicarle a la gente que hay que ser determinados para adueñarse de la abundancia económica hecha posible por la nueva tecnología, no perder el tiempo tratando de rehacer la economía de empleos de los años pasados.
El verano pasado, la revista del Consejo de Relaciones Exteriores, Foreign Affairs, les advirtió a sus lectores que “No lo duden: la revolución digital va a ser la revolución geopolítica más grande de la historia humana. La Revolución Industrial cambió el mundo, sólo reemplazando los músculos del ser humano. Mas el cerebro humano todavía era necesario para construir, operar y mantener las máquinas, y eso generó muchos trabajos bien remunerados para todo el mundo. Pero la revolución digital sustituirá el cerebro humano … Y a diferencia de la Revolución Industrial, que tomó más de cien años para desarrollarse en serio, la pérdida de puestos de trabajo durante la revolución digital se acelera en sólo cuestión de décadas … Los acontecimientos más importantes del siglo XXI serán el desempleo en masa, impulsado por la IA, y el cambio climático, impulsado por los combustibles fósiles”.
La Fuerza Social Más Importante
Aunque el análisis de las Naciones Unidas identifica algunos aspectos de la revolución económica actual, deja fuera el desarrollo político más importante: está irrumpiéndose una fuerza capaz de asegurar que las herramientas digitales se utilicen para crear la abundancia por el bien de toda la humanidad, no sólo más riqueza para la clase gobernante. Esta fuerza es el sector de la clase trabajadora que emerge de la producción electrónica, que se ve expulsado cada vez más de las relaciones de propiedad del capitalismo. Es una clase nueva que no puede vivir segura hasta que la sociedad en conjunto sea dueña de los nuevos medios de producción y reparta el producto social según las necesidades de la gente.
Este programa abole, por el bien de la humanidad, la propiedad privada de los medios de producción económicos. Es un programa objetivamente comunista para la era de la electrónica. Al establecerse, los billonarios no dictarán las decisiones a tomarse a la hora de enfrentar las necesidades de la sociedad. Ya no se permitirá que la producción de la energía y todas las esferas de producción envenenen el aire y el agua del pueblo. Se le proveerán vivienda, alimentación y cuidado médico a todo el mundo. La realidad es que las nuevas tecnologías ya lo permiten, pero la clase dirigente lo restringe.
Que la nueva clase pueda dirigir a todos aquellos que se puedan unir en la lucha por ese nuevo mundo dependerá de que cobre conciencia, ambos de sí misma en cuanto clase y de su misión histórica. La Liga de Revolucionarios por una Nueva América se fundó para contribuir al desarrollo de esa conciencia. La misión de la Liga es reunir a los dispersos revolucionarios de la nueva clase en base a sus demandas reales y luchar codo a codo con ellos para educar y convencerlos de la resolución cooperativa y comunista de sus problemas.
Nadie puede adivinar los pormenores de cómo transcurrirá el 2019. Mas podemos estar seguros de que la revolución electrónica seguirá destruyendo las antiguas formas capitalistas de la organización social, arrojando a millones de norteamericanos a la pobreza, la enfermedad y la violencia que los obligará a luchar por el porvenir de toda la sociedad. Armados con la conciencia de clase que les aportan los revolucionarios, podrán tomar pasos para asegurar que en el 2019 los Estados Unidos avance hacia la realización de su potencial revolucionario.
enero-febrero 2019. vol 29. Ed 1
¡Este artículo se originó en Rally, Camaradas!
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