Cuando corrían tiempos mejores, era a través del movimiento sindical que muchos trabajadores luchaban para realizar el sueño americano, pero ahora los sindicatos son cada vez más necesarios sólo para sobrevivir en la nueva economía. Y hasta un contrato sindical ya no le garantiza a una familia un futuro seguro si pertenece a la nueva clase social que se ve rápidamente perdiendo empleo seguro, vivienda y servicios de salud.
El capitalismo global de alta tecnología actual está desposeyendo a millones de personas alrededor del mundo mientras relativamente pocos salen adelante. Los trabajadores, sean jóvenes o mayores, se ven empujados hacia trabajos de servicio mal remunerados, empleos temporales o incluso la calle. Está renovando los esfuerzos para organizar uniones, pero se ven obstaculizados por las políticas antisindicales impuestas en el ámbito político, tanto mediante leyes federales como regionales, especialmente en el Sur.
Mientras tanto, decisiones de la Corte Suprema como la de Citizens United (permitiéndoles a las empresas y otros grupos externos gastar dinero ilimitado en las elecciones) han aumentado enormemente el poder de los donantes capitalistas para controlar el proceso político. Los sindicalistas entienden que tienen que involucrarse en la legislación, lo cual significa participar en el proceso electoral de 2024. Eso requiere abordar cuestiones como la inmigración y el genocidio en Gaza, que podrían afectar al movimiento sindical.
LOS SINDICATOS AFRONTAN CUESTIONES POLÍTICAS
Se está manipulando la inseguridad laboral para poner a muchos trabajadores en contra de los inmigrantes y atraerlos a políticos y políticas del “nuevo fascismo”. El antiguo director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, Tom Homan, dijo en una conferencia conservadora el 8 de julio: “Todavía no han visto un carajo. Ya verán en 2025”, porque si reeligen a Donald “dirigiré la mayor fuerza de deportación que este país haya visto jamás”. Mientras tanto, la Fundación Heritage está promoviendo el Proyecto 2025, su plan para una remodelación fascista del gobierno que incluye prohibir incluso a los inmigrantes legalizados el uso de ayudas federales para la vivienda y otros beneficios si algunos miembros de la familia son indocumentados.
Trump y la Fundación Heritage evitan mencionar que sus políticas anti migrantes también buscan paralizar los sindicatos. Los obreros inmigrantes desempeñan un papel importante en la creación de sindicatos que representan a los trabajadores de hoteles y restaurantes y los de conserjería y construcción. Intimidarlos a ellos, o a sus familiares indocumentados, debilita su capacidad para defender sus derechos laborales junto a otros miembros del sindicato.
Los sindicatos también se enfrentan al apoyo de nuestro gobierno a la guerra contra Gaza. El pasado mes de octubre, UFCW Local 3000 y UE le pidieron al presidente Biden que presionara al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para que aceptara un alto al fuego y dejara de utilizar miles de millones de dólares de los impuestos para armar al gobierno sionista israelí. Su carta fue respaldada por 248 organizaciones sindicales que representan a 9 millones de miembros y que ayudaron a formar la Red Nacional Sindical por el Alto al Fuego.
El presidente del Sindicato de Trabajadores Postales Estadounidenses, Mark Dimondstein, declaró a la prensa: “Los trabajadores y nuestros sindicatos están horrorizados de que el dinero de nuestros impuestos esté financiando esta tragedia en marcha. Necesitamos una cesación del fuego ya, y la mejor manera de conseguirlo es cortando la ayuda militar estadounidense a Israel.” Más de mil trabajadores, representando a 375 grupos, se inscribieron en el seminario web de la Red del 9 de julio, que él facilitó y que contó con presentaciones de varios sindicalistas palestinos.
DIFERENTES TIPOS DE LIDERAZGO
Las campañas de organización sindical, incluyendo la huelga, han ido aumentando en todo Estados Unidos, incluso en el estratégicamente importante Sur. La legislación de supremacía blanca y el terror racista abierto de esa región han socavado históricamente la unidad de los trabajadores, produciendo condiciones de antiunión y bajos salarios que las corporaciones nacionales podían aprovechar para limitar los logros obtenidos por los trabajadores sindicalizados de otras regiones. Pero la nueva economía está obligando a los trabajadores del Sur a emprender nuevas luchas por los sindicatos.
En mayo, casi 200 trabajadores asistieron a una Escuela de Trabajadores del Sur en Charlotte, Carolina del Norte, en representación de UAW, Carolina Amazonians United for Solidarity & Empowerment (CAUSE), Truckers Movement for Justice, El Futuro es Nuestro, National Domestic Workers Alliance, National Nurses United y otros grupos. “Cuando los trabajadores del Sur nos levantamos y nos unimos por una causa común”, afirmó Jamie Muhammad, Vicepresidente del Local 1414 de la Asociación Internacional de Estibadores en Savannah, Georgia, “podemos llevar al resto del país hacia donde tiene que ir”.
Otros llevan hacia una dirección muy distinta. El presidente de los Teamsters, Sean O’Brien, habló en la Convención Nacional Republicana el 15 de julio, afirmando que sus miembros se beneficiarían de pedir la cooperación bipartidista en la legislación de reforma del derecho laboral. Aunque sí criticó a las corporaciones porque “su lealtad es al balance y al precio de las acciones, a expensas del trabajador estadounidense”, omitió defender a los miles de Teamsters inmigrantes y a sus familias, aun después de que los líderes de la Convención habían preparado pancartas que pedían “¡Deportaciones masivas ya!”. Su silencio sobre los derechos humanos de los inmigrantes en un momento de crisis para ambos empleados y desposeídos sólo sirve a la estrategia de la élite de ofrecerles beneficios a algunos trabajadores empleados si abandonan a los que se ven despojados por el capitalismo.
En cambio, el 23 de julio, los delegados de la convención de la Federación Americana de Maestros (AFT) aprobaron una resolución que realmente avanzaría la unidad efectiva de los trabajadores al fijar el 1 de mayo de 2028 como fecha de vencimiento de todos los contratos de la AFT, planteando la posibilidad de una huelga simultánea de todos los sindicatos locales de maestros. El Sindicato de Maestros de Chicago (CTU) había propuesto la idea de la fecha de vencimiento de contrato común, no sólo para reforzar la posición negociadora del sindicato, sino también para fortalecer su unidad política en la defensa de la educación pública. El vicepresidente del CTU, Jackson Potter, lo llamó un medio de desarrollar la fuerza necesaria para ganar “más para la gente trabajadora en la negociación, en la legislatura estatal y hasta en la Casa Blanca”.
La United Auto Workers ya había adoptado este plan, y al día siguiente de la votación de la AFT el presidente de la UAW, Shawn Fain, declaró a la convención AFT que “Queremos crear un movimiento de masas, una huelga general si es necesario”. Está tomando forma una estrategia sindical en interés de toda la clase obrera, incluso su sector desposeído. Durante 2024, los activistas deben organizar nuevos sindicatos y reforzar los existentes. Mientras tanto, utilizarán el actual proceso electoral para defender a los sectores más vulnerables de la sociedad de fascistas como Trump y los líderes del Proyecto 2025 y apoyar a los representantes que también defienden a ellos.
Después de las elecciones, el 1 de mayo de 2028 ofrece un punto de convergencia hacia el cual dirigir una intensificación de la lucha obrera. Aunque no pueda recuperar la era pasada de mayor empleo, esa lucha puede servir de base para desarrollar una nueva comprensión de la lucha de clases y una visión revolucionaria para lograr una sociedad libre de capitalistas.
Publicado el 25 de julio de 2024
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